Es urgente y necesario que Nestlé publique un comunicado exigiéndole a los paramilitares que no se inmiscuyan en el conflicto laboral. Ya son muchas las presiones, las amenazas y el permanente seguimiento de sindicalistas. No queremos más sindicalistas de Nestlé asesinados.

Señor K, su carta de fecha 18 de mayo, en la cual nos tilda de vándalos, saboteadores y agresores, nos ha generado problemas de seguridad y vida. Lo invitamos a que se retracte y contribuya a la paz de Colombia.

Señor K, usted como Presiente de la compañía tiene la palabra.

La solución al conflicto laboral esta en sus manos, lo invitamos a que deje a un lado sus pretensiones de continuar precarizando los salarios de los trabajadores, que posibilite el bienestar para las 1360 familias de quienes le producen las inmensas riquezas, que descomunalmente van a parar a los bolsillos de los inversionistas y a que los directores de la multinacional puedan gozar de exorbitantes salarios.

Parte de los 75.000 millones de utilidades que produjeron sus trabajadores en el 2011, deben generar bienestar en los obreros, sus familias y en el pueblo bugalagrandeño. Invierta socialmente, respete los derechos laborales y sindicales y el pueblo de Colombia se lo agradecerá.

Seguimos insistiendo para que salga a la luz la verdad sobre las causas y los responsables ideológicos  del crimen de nuestros compañeros asesinados. Hoy vemos una luz. En Suiza la fiscalía del cantón de Zug, acepto continuar con la investigación contra la multinacional Nestlé por su responsabilidad penal por negligencia en el asesinato de Luciano Romero. En Colombia, la justicia esta por definir la responsabilidad de agentes del estado en el mismo crimen. También empiezan a verse luces por el crimen contra Víctor Mieles y su esposa Rosita. Invitamos a Nestlé a que ayude a encontrar la luz.

Reiteramos la obligación que tiene  Nestlé de respetar los consumidores, la ética empresarial y la soberanía alimentaria de los colombianos, continuar importando materia prima de mala calidad es un delito, el extracto de malta y la harina de arroz, bases para la producción de Milo y Caldo Rico son una prueba más de que su responsabilidad social corporativa sigue siendo solo un discurso.