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Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario

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La atunera Seatech Internacional cierra su planta y echa a sus trabajadoras cada vez que le da la gana

—Crónica—. El pasado viernes 30 de octubre la empresa atunera Seatech International, cuyo producto más reconocido es el atún Van Camps, paró su producción y cerró su planta de Cartagena, con lo que las más de mil personas que allí trabajan desmenuzando y empacando pescado, en su gran mayoría mujeres cabeza de familia, quedaron temporalmente sin empleo y sin ingresos durante las dos semanas que durará el cierre. 

Ante esta situación, un grupo de 125 mujeres, afiliadas a la Unión de trabajadores de la Industria Alimenticia (Ustrial), decidió permanecer dentro de las instalaciones en una toma pacífica, como un acto de protesta ante el cierre. Pero solo duraron tres días allí, pues el lunes en la mañana, a solicitud de la gerencia de la empresa, se presentó un pelotón policial del Esmad, que a punta de gases lacrimógenos las hizo abandonar la planta y terminar su protesta. 

No es la primera vez que Seatech International (antes Atunes de Colombia) recurre al cierre de su planta y al despido temporal de su personal sin el permiso previo del Ministerio de Trabajo. Lo viene haciendo desde hace varios años, según lo denunció Ustrial, que en esta empresa cuenta con cerca de 300 afiliados. 

Estos cierres la empresa los llama “Paradas técnicas”, y recurre a ellos, supuestamente, para garantizar su estabilidad en épocas en que tiene exceso de inventario, o lo contrario: poca materia prima para procesar; o cuando requiere hacer mantenimiento de su planta. Al final de cada parada los trabajadores, según la empresa, son reintegrados a la línea de producción mediante nuevos contratos para dar cumplimiento a nuevos pedidos. 

Pero para el sindicato tales paradas técnicas no son más que atropellos a los derechos laborales y una forma de salir de personal. “Generalmente las hace con un doble propósito: interrumpir los términos de los contratos para arrancar con nuevos, y de paso salir de alguna gente que considera que no le es funcional, especialmente si pertenece al sindicato. Este año ya han parado dos veces y echado el personal a la calle, por eso la indignación de las compañeras que hicieron la protesta esta semana”, aseguró Gil Falcon, presidente de la CUT Bolívar. 

Y lo ratifica Fredis Marrugo, presidente de Ustrial, quien explicó que en esta empresa solo tienen contrato directo sus directivos, porque el personal operativo, en su mayoría mujeres cabeza de familia, lo vincula mediante terceros a través de contratos “chatarra”, por obra o labor. “Son contratos abiertos, firmados en blanco, de modo que los puede dar por terminados cuando lo necesite. Eso se lo inventó para desligarse de la responsabilidad con las mujeres que allí trabajan y salir de ellas cuando le dé la gana, y también para evitar que prospere el sindicato”, aseguró Marrugo. 

No en vano en un reciente informe del portal Las2Orillas y la ENS, Seatech International fue incluida en el ranquin de los peores patrones de Colombia. (Ver nota en el enlace: http://www.las2orillas.co/los-peores-patronos-de-colombia/#) 

Asimismo, el Ministerio de Trabajo la ha multado dos veces en los últimos años, la primera en el 2013 por intermediación laboral ilegal; y este año, por la misma razón, la sancionó con 1.000 salarios mínimos, al igual que a las tres empresas contratistas que le suministran personal temporal: Atiempo Servicios (multa de 500 salarios), Recursos Especiales SAS y Servicios Empresariales SAS, cada una por $129 millones, sanciones que aún no están en firme, cursan recurso de apelación. 

Desde hace tres años, cuando Ustrial incursionó para tratar de organizar al personal tercerizado por parte de la contratista Atiempo Servicios, ésta se ha negado a negociar el pliego que se le presentó. 

Para este sindicato, la empresa incurre en engaño con lo de las paradas técnicas. Promete que ningún trabajador va a quedar por fuera una vez se reanudan las actividades, pero eso no siempre se cumple. A muchos los ha dejado cesantes. Ante eso la organización sindical ha interpuesto varias demandas de reintegro ante la justicia laboral. Ha ganado 6  casos y están en trámite otros 25. 

Las compañeras trabajadoras no tienen la culpa de las tales paradas técnicas que la empresa programa. Que las haga, pero que el tiempo que ellas dejan de trabajar se los paguen, o les adelanten las vacaciones, pero que no las dejen sin salario”, agregó. 

Pero lo de las paradas técnicas es apenas una parte de los atropellos que los y las trabajadoras deben soportar por parte de Seatech International y las empresas contratistas intermediarias. Como: sólo devengan un salario mínimo, los horarios son extendidos (hasta de 18 horas), hay acoso laboral por cuenta  de las metas de producción que deben cumplir, no les pagan horas extras, las acosan por pertenecer al sindicato, y en no pocos casos dejan de cotizarles al seguro de pensión y salud. Lo cual en su caso es delicado porque la gran mayoría tiene alguna afección por enfermedad profesional, como hernias, afecciones del túnel carpiano, manguito rotador y tendinitis, producto de los movimientos repetitivos que deben hacer. Según el sindicato, hay registro de más de 500 mujeres enfermas. 

Con el agravante de que hay compañeras que han ido urgencias médicas y se encuentran con que la contratista no les ha apagado los aportes. Y lo mismo con los  fondos de pensiones. Al revisar la historia laboral ven que hay semanas y hasta años en que no les han cotizado”, dice Marrugo. 

Maltratadas por la empresa y el Esmad 

Los tres días que las 125 mujeres se mantuvieron en la toma de la empresa no fueron para ellas color de rosa, pues desde el principio, según lo denunció el sindicato, la empresa les cortó los servicios públicos para obligarlas a salir, y tampoco permitió que les ingresaran alimentos. Cuando por fin se pudo romper el cerco e ingresarles alimentos y bebidas, varias de ellas presentaban cuadros de deshidratación, vómitos, alergias y fiebre. 

Su protesta acabó el lunes a primera hora, cuando el escuadrón del Esmad se hizo presente para desalojarlas, acompañado de agentes de la Personería de Cartagena que se prestaron para avalar el desalojo. 

Estábamos en una toma pacífica, no era necesario que la empresa nos mandara el Esmad, y mucho menos que nos lanzaran gases. No es necesaria la violencia, solo queremos una solución, que se respete nuestra antigüedad y nuestro trabajo”, dijo por su parte Darli Figueroa, una mujer madre de 4 niños que lleva 9 años trabajando en la empresa y que se sumó a la protesta. 

No entendemos por qué la empresa nos hace esto. Nosotros nos hemos dedicado a cumplir las metas de producción a pesar de las malas condiciones en las que trabajamos”, agregó. 

“Lo que era una acción de protesta como parte de un conflicto laboral, terminó convertido en un hecho de orden público”, anotó Fredis Marrugo. 

Escuela Nacional Sindical ENS

Publicado 6 de noviembre de 2015