SINALTRAINAL

Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario

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Last updateJue, 27 Sep 2018 9am

El canto de sirena

La respuesta de Nestlé a la fundación de Sinaltrainal no se hizo esperar. A través de abogado Antonio Barrera Carbonel metió la mano para impedir que existiéramos como organización sindical. La maniobra jurídica que monto nos tuvo ocupados casi un año.
 
La legitimidad nos la habíamos ganado en un proceso unitario, solidario y con un profundo interés por organizar todos los trabajadores de la industria de la alimentación. Ese tema lo teníamos solucionado. Nuestros primeros pasos fueron a través de sindicatos de base en Cicolac, Inpa y Comestibles La Rosa, así fuimos creciendo.

Nestlé pretendió montar una telaraña jurídica utilizando la palabrería –sector, rama, industria, características afines, rama industrial, la especie, actividad similar, entre otras- que le permitiera meterse donde no la habíamos llamado, en las decisiones de los trabajadores. En conclusión, Nestlé quiso con su extensa perorata demostrar que la ley prohibía la conformación de un sindicato de industria como el nuestro, que Sinaltrainal era ilegal.

El discurso de Nestlé fue acogido por el gobierno colombiano, siempre al servicio de los empresarios. Recordemos que algunos funcionarios unas veces se ponen la camiseta del gobierno y otras la de Nestlé. La decisión del color la toman según las necesidades de la compañía.

Mediante resolución 02384 del 4 de agosto de 1982, la Dra. Maristella Sanin de Aldana, Ministra de Trabajo decidió no reconocer personería jurídica a Sinaltrainal.

La farsa montada por el gobierno y la transnacional tenía tres propósitos: impedir que Sinaltrainal naciera como alternativa organizativa para los trabajadores, mantenerlo ocupado para llevar a cabo el tumbao de la sustitución patronal de los trabajadores de Cicolac y debilitar los sindicatos de base.

Después de casi 10 meses de confrontaciones jurídicas y de lucha permanente, los trabajadores de Nestlé logramos  obtener la legalización del sindicato y salvar algunos derechos que la empresa se quería tumbar. Claro, para esto tuvimos que realizar la gloriosa huelga de 1982. La primera huelga que los trabajadores le hicimos a Nestlé en Colombia, la de los 27 días.

El 9 de diciembre de 1982 el ministro de trabajo Jaime Pinzón López mediante resolución 04185 revocó la anterior decisión y nos reconoció personería jurídica. Nestlé no logró desmontarnos el sindicato pero se quedo con una buena parte de los derechos de los trabajadores. La alianza con el gobierno siempre la ha dado buenos resultados. En 1982 Colombia tuvo tres ministros de trabajo; todos ponen, todos comen, como en el juego de la pirinola.

A pesar de que perdimos derechos, seguimos reivindicando que solo con la organización, la movilización y la lucha permanente de los trabajadores se garantiza que las empresas nos respeten y podamos conquistar mejores reivindicaciones para vivir dignamente.


Pedro Rojas